Semana 8: “Dando Testimonio”

David López, Bucaramanga, Colombia

Día 4: “Palabras para atesorar”

 

Felicidades, estás llegando cada vez más lejos, hoy es el cuarto día de esta octava semana, volvamos a leer Hechos 4:1-32. Este día quiero invitarte a orar a Dios, pidiendo que por medio del Espíritu Santo te ayude a identificar las palabras y frases que se repiten más y cuáles son las más importantes dentro del pasaje. Probablemente, necesitarás leer más de dos veces el pasaje completo para poder encontrar estas palabras y frases.

Después de que hayas hecho el ejercicio por ti mismo, quiero presentarte las palabras que yo he encontrado y que considero son importantes en el pasaje. 

“Hablar o enseñar” son palabras que están muy relacionadas debido al contexto del pasaje, se repiten unas trece veces; “Jesús”, trece veces; “poder”, ocho veces; “salvar o sanar”, cinco veces; “Espíritu Santo”, tres veces. Otras palabras importantes que encontramos en el pasaje son escuchar, creer, alabar y rechazar; aunque solo aparecen una vez cada una, dentro de nuestra lectura tienen gran relevancia.

Cuando leemos las Escrituras detenidamente somos capaces de encontrar estos detalles que no están allí por coincidencia. Por lo general, cuando un escritor bíblico repite constantemente una palabra en un pasaje significa que es importante para el mensaje que está comunicando. Nuestra tarea es determinar cómo estas palabras afectan todo el mensaje y cómo interactúan entre ellas.

El pilar que estamos estudiando esta semana es dar testimonio, nuestro pasaje base (Hch. 4:1-31) enfatiza la tarea de “hablar o enseñar”; pero lo que realmente determina el valor de lo que hablamos o enseñamos es “Jesús”. Nuestra misión es hablar y enseñar acerca de Él, es decir, testificar.

Cuando testificamos acerca de Jesucristo hay poder, un poder que no viene de nosotros, ni de nuestra elocuencia, tampoco de las buenas obras que hacemos o del intachable ejemplo que estamos dando; no, ese poder proviene de Jesucristo y del Espíritu Santo. En Hechos 4:8 leemos que Pedro estaba lleno del Espíritu Santo y comenzó a testificar acerca de Jesús delante de quienes lo estaban acusando; esto mismo sucedió en Hechos 2:14 cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, quienes de inmediato se pusieron de pie y comenzaron a anunciar el Evangelio de Jesucristo. 

Cuando testificamos sobre Jesús se manifestará el poder del Evangelio para salvar. El apóstol Pablo en Romanos 1:16 dice que él no se avergüenza de dar testimonio sobre el Evangelio de Jesucristo, porque en el Evangelio hay poder para salvación.  Cuando Lucas menciona a Jesús en Hechos 4:1-31 casi siempre está acompañado con las palabras poder y salvar o sanar. 

Observa lo que sucede en Hechos 4:4, muchos de los que escucharon el mensaje creyeron en Jesús y el número de los seguidores aumentó considerablemente; ¿recuerdas que en el primer día aprendimos que desde el inicio de los tiempos Dios ha querido compartir sus planes de bien con el ser humano? Testificar acerca de Jesús es el clímax del plan de Dios, que las personas crean es el resultado que Él espera.

Tristemente, siempre habrá personas que rechacen el mensaje, así como lo hicieron los líderes religiosos de Israel en este contexto; no obstante, nuestra tarea es seguir testificando, siempre habrá alguien que esté dispuesto a creer en Jesucristo, no te desanimes si alguien no quiere creer o presenta oposición.

 

Preguntas para reflexionar:

¿Por cuáles motivos crees que muchos rechazan el Evangelio de Jesucristo? ¿Cómo podemos ayudar a las personas a superar esas barreras que no les permiten creer en Jesús?

¿Con cuánta frecuencia estás orando para pedir a Dios que te guíe y ayude a testificar de Jesucristo de la mejor manera posible? ¿Has contactado a alguna de las personas a las que les puedes testificar acerca de Jesús? ¿A quiénes? ¿Cómo han sido sus reacciones? Si no lo has hecho aún, ¿Cuál crees que es la razón principal que no te permite hacerlo? ¿Cómo puedes vencer esa limitación?