Día 5: “¡Vívelo!”
Protegidos por la oración intensa y apasionada, (18-20). Es de interés recalcar al menos tres principios muy vitales en el momento de emprender la lucha contra la maldad, pues es esencial entenderlos y practicarlos para poder vencer, estos principios son “tomar toda la armadura de Dios para resistir”; “estar firmes”; y “nuestra lucha no es contra carne ni sangre”.
Tomar toda la armadura de Dios para resistir. Esta armadura y sus diferentes componentes son simbólicamente nuestros vestidos espirituales para proteger nuestro templo de amenazas externas; el apóstol nos invita a vestir con rapidez y prontitud cada uno de ellos para demostrar que realmente estamos preparados para el combate.
Estar firmes, en esta porción bíblica se repite tres veces este principio. Y es que realmente es una fortaleza estar ejecutando algo con firmeza, tanto física como emocionalmente.
Nuestra lucha no es contra carne ni sangre, me encanta este principio, un alto porcentaje de los lectores de la Biblia no tienen bien claro esto, o al menos no logran poner en práctica lo que leen; ya que con mucha facilidad somos arrastrados por la mala conducta o violencia de los demás, y en momentos ya nos encontramos peleando o discutiendo con el prójimo y olvidando que cualquiera de estos poderes del diablo podría estar obrando en estas personas para hacernos caer.
El guerrero, por más que esté instruido y capacitado, si no está en comunicación fluida y de calidad con su capitán, no será lo suficientemente hábil para enfrentar al enemigo. La oración es el diálogo eficaz del soldado cristiano con su alto mando, Dios. A través de la oración obtenemos mentoría y asesoramiento. El apóstol Pablo indica dos rasgos importantes de este diálogo espiritual; primeramente “orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego” (18); este estilo resaltante del apóstol señala lo significativa que es la oración. En todo tiempo en el Espíritu expresa infatigablemente y en cualquier acontecimiento con la asistencia del Espíritu Santo. Cuando se nos complica la forma de orar o por qué razón interceder, el Espíritu interrumpe y nos asiste.
Presentar con valor, energía y decisión el misterio del Evangelio. Si te preguntas ¿por qué hay falta de obreros? muchas iglesias hasta están cerrando sus edificios de adoración o asociándose con otros grupos para poder mantener la comunidad cristiana y el mantenimiento del edificio. Aquí tenemos la respuesta más acertada a esta problemática en el presente; estos principios de discipulado bíblico son vitales para no dejar ninguno al momento de salir a predicar el Evangelio puro de Dios, son las pautas de éxito para que el Espíritu Santo nos faculte con todas estas armas espirituales.
Si ponemos en práctica los principios correctos, probablemente en un futuro estaremos buscando cómo ampliar más nuestros centros de reuniones porque la membresía lo ameritará.
Preguntas para reflexionar:
Si ya sabes que la oración es el poder milagroso que conecta con fuerza y vigor cada armadura espiritual, ¿con qué frecuencia usted oras al Señor para ser fortalecido y dirigido por Él en cada proyecto de tu vida?
¿Con qué frecuencia estás verificando que tus luchas están siendo llevadas a cabo con las correctas armaduras?
¿Te estás alimentando y ejercitando bien en las Escrituras para batallar con madurez y conocimiento?