Día 1: Prefacio
En toda la Biblia podemos encontrar muchas veces que las personas que se acercaban a Jesús eran transformadas por Él. Entre dichas personas podemos mencionar a sus apóstoles, a muchas mujeres y muchos extranjeros; todos ellos crecieron ante la presencia de Cristo, es decir, sus vidas fueron cambiadas al punto de que ya no eran los mismos.
Consideremos el ejemplo del apóstol Pedro, un personaje que fue llamado por Jesús y cuyo oficio era el de pescador. ÉL Fue una persona sencilla y de poca educación, sin embargo, cuando atendió el llamado su vida dio un giro de 180 grados, desde entonces empezó a crecer en Cristo; convivió con el maestro y se transformó en una persona llena de Dios y de una fe inquebrantable. El apóstol recibió las llaves del Reino, fue el primero en predicar las Buenas Nuevas del reino de Dios.
Así como un bebé está en crecimiento, cambiando cada día su aspecto físico, igualmente cada creyente experimenta cambio espiritual. Entonces, podemos estar seguros de que quien acepta el compromiso de vivir en Cristo crecerá continuamente. Tú ya comenzaste a Crecer en Cristo, hoy ya no eres el mismo que semanas atrás, ¡sencillamente, estás creciendo!
El proceso de redención de toda la humanidad se demuestra con un verdadero cambio en la manera de vivir “Esta es la meta de Dios para ti, que puedas crecer a la medida de la estatura de la plenitud en Cristo Jesús”; de esta forma se vive como Dios quiere, demostrando sus valores e ideales.
Puedes iniciar mostrando tu identidad nueva de la siguiente manera; refina tu manera de pensar y actuar. Usa el escenario de tu familia, amigos y todos cuantos te rodean para que vean la nueva criatura en que te has convertido. Llénate de Dios, lee y medita en su Palabra, oye música cristiana y reúnete con la iglesia. Que todos tus pensamientos sean centrados en Dios y en Jesucristo, su Hijo. De esa forma también mostrarás que has recibido la acción restauradora de Dios.
El ejemplo y la meta es crecer. Cristo será el espejo en el cual se debe relajar tu vida. Usa la lectura bíblica y la información dada en las reuniones de iglesias para imitar a Cristo.
Crecer en Cristo como pilar de fe es tan importante porque marcará un antes y un después en tu vida personal. El crecimiento es una responsabilidad de cada creyente, y es una de las formas para demostrar al mundo quién eres en Cristo. También, con el crecimiento tendrás una mejor calidad de vida y actitud hacia ella.
2 Pedro 1:1-12 Tiene como modelo un conjunto de prácticas que conllevan a crecer en Jesús, de forma resumida. En dicho pasaje aprendemos actitudes de gran valor en la vida cristiana. Algunas son un verdadero reto, otras tardan tiempo en perfeccionarse, pero el crecer en Cristo nunca acaba, dura toda nuestra vida.